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viernes, 5 de agosto de 2016

10 Frecuentes Causas de Insomnio:


El insomnio es un trastorno del sueño que afecta a miles de personas y puede tener diversas causas saber qué nos impide dormir es una de las claves para poder tratar este trastorno. Estas son algunas de las causas de insomnio más comunes:

Las condiciones físicas del espacio en el que se descansa: debido al ruido, a la luz, a la ropa de cama, al calor, al estrés.

Mala higiene del sueño y hábitos inconvenientes: La falta de horarios regulares para acostarse o levantarse y los frecuentes cambios de hábitos, alteran el ciclo normal del sueño.

Enfermedades psiquiátricas: tales como los trastornos de ansiedad y depresión.

La tecnología: La Fundación Nacional del Sueño realizó un estudio entre los ciudadanos de EU para saber si el uso de tecnología tiene alguna relación con los trastornos del sueño. Entre las preguntas figuraba cuánto tardaban en dormirse y cuánto tiempo antes de ir a dormir habían apagado cualquier aparato tecnológico.

El uso de algunos medicamentos y fármacos puede también afectar el sueño, como:Alcohol u otras drogas, Consumo excesivo de cafeina durante el dia o tomarla al final de este, Algunos medicamentos para el resfriado y píldoras para adelgazar, Otros medicamentos, hierbas o suplementos de venta libre o recetados.

Tras intervenciones quirúrgicas: las patologías orgánicas que vienen acompañadas de dolor suelen ser causantes de dificultades para dormir.

Psico-fisiológico: en cuyo caso es difícil de asociar a una causa concreta (estrés o alguna situación que nos angustia a la que damos vueltas antes de acostarnos.

Alteraciones cronobiológicas: Las alteración del ciclo sueño-vigilia con respecto a los periodos día/noche, provoca que el sujeto no pueda dormir cuando lo desea, dando lugar a la aparición de periodos de sueño o vigilia a horas inapropiadas, con la queja consiguiente de insomnio o somnolencia diurna.

Pseudoinsomnio: el paciente se queja que no duerme bien a pesar de que los estudios de sueño no muestran anormalidades.

Llevar trabajo a casa: Llevar el trabajo a casa y no separarse de las tecnologías de la comunicación es una práctica recurrente de los ejecutivos, que afecta su capacidad de conciliar el sueño y la calidad del descanso.








miércoles, 6 de julio de 2016

Insomnio y tips para combatirlo:

Insomnio y tips para combatirlo:

El insomnio es un trastorno del sueño consistente en la imposibilidad para iniciar o mantener el sueño, o de conseguir una duración y calidad de sueño adecuada para restaurar la energía y el estado de vigilia normal.
Existen diversos factores que dificultan el diagnóstico y reconocimiento del insomnio, y que lleva a un retraso e inadecuado tratamiento de este frecuente problema de salud.

Entre estos factores encontramos:

  • La falta de experiencia de los médicos en el tratamiento de los problemas de sueño.
  • La poca importancia que se da a los problemas del sueño.
  • La impresión de que los tratamientos actuales no son efectivos o tienen más riesgos que beneficios.
  • La escasez de estudios que corroboren el beneficio que aporta la mejora del insomnio en la evolución de la enfermedad de base.

El diagnóstico del insomnio se basa en una cuidadosa historia de los hábitos del sueño, apoyada por un registro del sueño realizado por el propio paciente y por la información aportada por este y su pareja o familiares.

Podemos clasificar el insomnio de la siguiente forma:

Por su duración:
  • Transitorio (menos 7 días).
  • Corta duración (1 a 3 semanas).
  • Crónico (Mas de  semanas). 

Por su gravedad:
  • Insomnio de conciliación.
  • Insomnio de mantenimiento.
  • Insomnio de despertar precoz.
  • Insomnio global.

El tratamiento del insomnio debe basarse en su origen, su severidad y su duración. Debido a que la mayoría de los insomnios son secundarios a alguna enfermedad, la clave de su tratamiento está en resolver dicha causa. Mientras se trata la causa se puede mejorar el sueño con medidas psicológicas y farmacológicas.


En fin ahora vamos con algunos Tips o consejos para combatir el insomnio y tener una agradable noche de sueño:



·         No consumir café luego del medio día:

Cafeína puede permanecer en tu cuerpo hasta 14 horas después de haberla tomado. Aunque sus efectos varían en cada persona, si tomas café y tienes insomnio es recomendable que dejes de beberlo durante un tiempo para dormir mejor. Prueba alternativas como el café a base de hierbas, té o agua simplemente como un substituto.

·         Evitar hacer ejercicios intensos antes de acostarse:

El deporte genera endorfinas que pueden dificultar el conciliar el sueño de forma inmediata, por lo que no está recomendado a partir de las ocho de la noche. Sí está indicado durante el día, ya que la actividad física moderada ayuda a estar en forma y a dormir mejor.

·         Inicia un horario para dormir: 
Mira el tiempo que pasas en la cama. La mejor forma de tener calidad del sueño es manteniendo un horario para dormir bien establecido. Una interrupción en tu horario de sueño a menudo puede causar insomnio o problemas para dormir.

·         Leche caliente:
Según explica la Dra. Maija Valtonen, de la Universidad Kuopio de Noruega, la leche contiene una hormona llamada melatonina, que se relaciona con el sueño profundo. "Debido a esto, la leche es efectiva para combatir el insomnio y otros problemas para dormir", puntualiza.

·         La postura corporal:
Es importante tener en cuenta qué postura corporal adquirimos a la hora de acostarnos y saber si puede causarnos daño durante el sueño. Si duermes de lado, por ejemplo, un truco es poner la almohada entre las piernas para minimizar la torsión de la espalda.

·         Ajusta ruidos e iluminación:
Asegúrate de dormir en una habitación completamente oscura, o bien, usa un antifaz para que la luz exterior te deje conciliar el sueño. Si te relaja más tener música de fondo o cualquier ruido, utiliza un ventilador o algún aparato que te ayude a dormir mejor.

·         Asociar mentalmente cama y sueño:
Es importante no utilizar el dormitorio como lugar de trabajo o para realizar actividades que no estén relacionadas con el descanso.

·         Musicoterapia:
Cierta música puede ayudarte a dormir mejor, explica La Dra. Gail Mornhinweg, de la Universidad de Louisville. "Todo lo que hay que hacer es escuchar música durante al menos 30 minutos antes de ir a dormir. Basta concentrarse en el sonido y relajarse; luego de eso vas directo a la cama. Parece simple, pero es efectivo", asegura.








viernes, 1 de julio de 2016

Tratamiento del insomnio


El tratamiento del insomnio debe basarse en su origen, su severidad y su duración. Debido a que la mayoría de los insomnios son secundarios a alguna enfermedad, la clave de su tratamiento está en resolver dicha causa. Mientras se trata la causa se puede mejorar el sueño con medidas psicológicas y farmacológicas.

Tratamiento no farmacológico

El tratamiento no farmacológico tiene algunas ventajas con respecto al farmacológico: es más económico, presenta menos efectos secundarios, el paciente es protagonista activo de su mejoría y a largo plazo –cuando es eficaz– tiene menos riesgo de recaídas. Tiene el inconveniente de ser más difícil de poner en práctica ya que requiere cambios en los hábitos de vida –arraigados a veces– exigen mayor dedicación por parte de los médicos y son pocos los terapeutas que dominan estas técnicas; es más sencillo y efectivo a corto plazo prescribir un hipnótico que persuadir al paciente de lo beneficiosos que son a largo plazo los cambios de hábitos.
En muchas ocasiones conviene apoyarse temporalmente en los fármacos mientras se enseña a poner en práctica el tratamiento conductual escogido, de hecho los mejores resultados se han obtenido con la aplicación conjunta de medidas psicológicas y farmacológicas.
Independientemente del tipo de tratamiento que se prescriba al paciente, en todos los casos de insomnio, son muy útiles las llamadas medidas de higiene del sueño.
La American Academyof Sleep Medicine Task Force revisó 48 artículos y dos meta-análisis con la intención de desarrollar guías prácticas de manejo de alternativas no farmacológicas para tratar el insomnio crónico. Se encontró que las terapias no farmacológicas producían mejorías fiables y duraderas en algunos parámetros del sueño de pacientes con insomnio crónico. Un 70-80% de los pacientes se beneficiaron de estos tratamientos, pero la eficacia varió según el tipo de tratamiento. Las técnicas que mostraron ser eficaces fueron la técnica de control de estímulos, la relajación muscular progresiva y la intención paradójica. Está por confirmar la eficacia de la técnica de restricción de sueño, el biofeedback y la terapia cognitivo conductual.
El terapeuta se vale de una serie de técnicas dirigidas a lograr la relajación mental y física mediante relajación muscular progresiva, terapia de control de estímulos, terapia de intención paradójica, biofeedback asistido por mecanismos auditivos o visuales, respiración diafragmática, imaginación guiada por sugerencias, parada del pensamiento, restricción del sueño, etc.... El paciente debe modificar la conducta limitando el tiempo de permanencia en la cama, estableciendo horarios (levantarse y acostarse a la misma hora), evitando siestas y cuidando el entorno ambiental del sueño.
La psicoterapia cognitivo-conductual tiene como objetivo mejorar la calidad y el estilo de vida para evitar aquellas situaciones emocionales que dificultan el buen dormir: aprender mecanismos de defensa ante situaciones de estrés, lograr un mejor control de sus emociones y una adecuada expresión de las mismas, mejorar las relaciones interpersonales para evitar los conflictos y motivar al paciente hacia la práctica de actividades lúdicas y relajantes necesarias para un buen descanso.
Se considera que este tipo de tratamiento es efectivo si la latencia de inicio del sueño disminuye 30 minutos.

Tratamiento farmacológico

Desde la antigüedad se han venido usando diferentes sustancias químicas obtenidas de plantas para inducir y mantener el sueño. Las más frecuentes son los extractos de plantas (valeriana, tila, pasiflora y opioides). Algunas personas han acudido también a otro tipo de terapias como la homeopatía y productos naturales. Algunas de estas sustancias siguen siendo utilizadas con eficacia en el insomnio agudo de carácter transitorio, situacional y psicofisiológico, pero la mayoría de ellas pierden su eficacia en poco tiempo cuando se toman de modo continuado.
Los barbitúricos hasta hace unas décadas fueron los fármacos más usados para combatir todos los tipos de insomnio. Debido a los numerosos casos de abuso, dependencia y suicidios con sobredosis se han dejado de usar como hipnóticos y están contraindicados en la actualidad. Aunque son eficaces, alteran la estructura del sueño, crean rápida tolerancia y dependencia, y la sobredosis es muy peligrosa, aumentando el riesgo de mortalidad.
Las benzodiacepinas (BZD) son agonistas no selectivos del complejo GABA. Han reemplazado a los barbitúricos como los hipnóticos de primera elección. Aunque son muy eficaces y de amplio uso en la actualidad, alteran la estructura del sueño disminuyendo el sueño REM, y producen efectos secundarios significativos, a la vez que tolerancia y dependencia. Se deben emplear con precaución en algunos pacientes y conviene conocer bien cuáles son las contraindicaciones absolutas y relativas de estos fármacos 
Los hipnóticos no benzodiacepínicos son agonistas selectivos del complejo GABA. Los buenos resultados que están mostrando, tanto en eficacia como en tolerancia, ha hecho que estén siendo indicados como hipnóticos de primera elección, sobre todo en los casos de insomnio agudo pues en los insomnios crónicos, graves no tienen tanta eficacia. Respetan la estructura del sueño. No provocan insomnio de rebote ni síndrome de retirada a dosis terapéuticas aunque pueden producir somnolencia diurna(Dia).
En algunos casos especiales de insomnios es necesario recurrir al uso de los neurolépticos. Es el caso de pacientes de edad avanzada, en situación orgánica delicada en los que el uso de benzodiacepinas presentaría más riesgos que beneficios, en los pacientes con delirium, en los pacientes en estado maniaco y en insomnio de pacientes psicóticos. Los neurolépticos más empleados en estos casos por sus efectos sedantes son la levomepromazina, el haloperidol, la quetiapina, clozapina, clotiapina.


Tratamiento en situaciones especiales

Embarazo
Se ha observado un incremento de la incidencia de anomalías congénitas (paladar hendido y labio leporino) en relación con el uso de alguna benzodiacepina durante el primer trimestre del embarazo, por lo que no se recomienda su uso. En caso de que la paciente no responda a medidas de higiene del sueño y a hierbas naturales relajantes, está aceptado el uso de hipnóticos no benzodiacepínicos.

Lactancia
Todas las benzodiacepinas son excretadas por la leche materna y tienen acción en el lactante, por tanto, se deben evitar durante este período. Algunas de menor potencia como el cloracepato dipotásico, bromacepam, fluracepam y triazolam pueden usarse a dosis mínimas, pero en caso de necesitar dosis mayores se debería suprimir la lactancia. En este periodo se recomienda el uso de hipnóticos no benzodiacepínicos como el zolpidem, la zopiclona y el zaleplon, que se excretan con la leche en bajas concentraciones.

Niños
No existen estudios clínicos que informen con seguridad sobre las sustancias con efecto hipnótico que se pueden emplear en niños, las dosis de seguridad y la eficacia. En la práctica clínica se han usado sustancias como tila, valeriana y algunas benzodiacepinas como cloracepato a dosis bajas (2,5 mg/día).

Ancianos
Se recomienda administrar los hipnóticos habituales pero a la mitad de la dosis, ya que los pacientes de edad avanzada y con múltiples patologías angina, disnea paroxística nocturna; enfermedad pulmonar obstructiva crónica, tos; reflujo nocturno; dolor músculoesquelético, hipo/hipertiroidismo, diabetes; demencia, Parkinson; ACV: migraña; nicturia, insuficienciarenal suelen ser más sensibles a los efectos farmacológicos y más susceptibles a sus efectos secundarios.

Insuficiencia hepática
Muchos de estos pacientes duermen bien con los nuevos hipnóticos no BZD y no presentan problemas de manejo. Cuando es necesario el uso de benzodiacepinas, como se eliminan a través del metabolismo hepático, se recomienda reducir las dosis terapéuticas o, mejor, administrar benzodiacepinas de eliminación renal (oxacepam, loracepam, temazepam). Estas últimas son las recomendadas cuando la insuficiencia es grave.

Insuficiencia renal
En estos pacientes cabe esperar un incremento de la vida media de eliminación del fármaco en sangre por lo que se recomienda evitar dosis elevadas. En este caso son preferibles las BZD de eliminación hepática.